Entre las múltiples tareas que tenemos los docentes de español, hay una que es indispensable en nuestro que hacer pedagógico y es la de lograr motivar, incentivar, inspirar y enamorar a los niños con la lectura, es allí donde el escoger el libro que se va a leer es una parte fundamental.
Un buen maestro no solo elige textos que desarrollen habilidades lingüísticas, sino que también selecciona obras que fomenten el amor por la lectura y el pensamiento crítico. Los libros adecuados deben ser accesibles para el nivel de los estudiantes y estar en sintonía con sus intereses y contextos culturales. De esta manera, el docente no solo transmite conocimientos, sino que también inspira a los niños a explorar, imaginar y aprender a través de la lectura, sembrando las semillas de un aprendizaje profundo y duradero, lo que puede resultar siendo un gran reto.
Estoy convencida de que la historia de *Wal descubre los bucaneros* nos permitirá explorar y conocer parte de la historia de San Andrés a través de los ojos de un niño que, gracias a los relatos de su abuela, descubre sus orígenes y la riqueza cultural de su isla. Relatos como este despiertan en los niños el interés por explorar cada rincón de nuestro país, alentándolos a diferenciar entre la realidad y la narrativa escrita.
Además, complementar la lectura con actividades como la visita del autor enriquece la experiencia educativa, permitiendo que los estudiantes conecten de manera más profunda con la historia. No hay nada más valioso que conocer y compartir un momento con quien pensó en nosotros al escribir el libro, quien nos invita a su mundo y, por qué no, a su propia infancia, plasmada en letras y papel.